miércoles, 25 de junio de 2014

EL BRITANO CAPITULO 42

Estaba tan cansada y tenía tanto sueño que no me di cuenta que Edward me llevaba al baño para bañarme. Me quitó la ropa y me bañó como a una niña pequeña frotando mi piel con la esponja  y después me echó un cubo de agua caliente por la cabeza para  lavar mi cabello.  Eso consiguió despertarme un poco.  Luego me sacó en volandas de la bañera , me secó con una toalla , me envolvió en una manta y me llevó al banco de la cocina .  Ane estaba esperándome  junto al fogón dando cabezadas.

- Mi niña , tómese esta leche caliente. Está muerta de sueño !

- Ane  váyase a dormir , es muy tarde . Yo me quedo aquí esperando a Edward  - le dije . Hice como que me bebía la leche y lo siguiente que recuerdo  son unos brazos fuertes que me llevaban a la cama y el olor de Edward recien  bañado.  Mi cabello todavía estaba mojado . Me dormí respirando el dulce olor de mi esposo. 

Creo que sentí en sueños como alguien decía " Edward " y después un cuerpo pequeño que movía las sábanas . 

- Te quiero  - escuché . Era la voz de Tomas .  Edward lo cogió en brazos y lo llevó a su cama . Después regresó . 

- ¿Qué pasaba ?  - le pregunté.

- Tomas tenía sed  -  dijo Edward besando mi frente . - Anda , duérmete .



A la mañana siguiente todo el mundo se levantó muy tarde . Era domingo y había que bañar a los niños .  Edward y yo ayudamos en la tarea, aunque Edward no quería , pero para mi esos niños eran  algo muy especial . Me preguntaba si cuando yo tuviera a mi hijo todavía habría  sitio en mi corazón para amar  a esos niños . No quería ser una madre posesiva y amar solo a mi  hijo .  Cuando terminamos de bañar a todos , Marcelo  llegó  y nos dijo que  iba a decir algo muy importante después de comer . Asi que al terminar la comida en la cocina dijo :

- Todos debeis saber que he nombrado ya a mi heredero , el que heredará esta granja y vuestro cariño  cuando yo sea muy muy viejo y ya no esté aquí  :  Edward .

- Pero,  Marcelo, yo.... yo no me considero digno de ...

- Edward , hijo mío, yo no voy a vivir para siempre , tampoco tengo hijos mayores que hereden . Tú eres la persona adecuada . Eres joven y fuerte , estás casado  y eres cristiano. Tú y Bella podeis mantener unidos en la fe a toda la gente de la granja .

Como romana,  yo sabía que un romano podía adoptar como hijo  a cualquier muchacho  o niño e incluso a un hombre adulto  y darle sus apellidos  y convertirlo en hijo suyo.  Muchos aristócratas romanos sin hijos  varones  habían hecho eso a lo largo de la historia  de Roma.  

De repente apareció en el comedor el hombre que nos había traído en el carro  desde la ciudad . Nos dijo que se marchaba ya .

- Espere ! - dije yo - quisiera entregarle una carta para que la lleve a la ciudad. 

- Una carta  - me preguntó Edward curioso.

- Edward  prometimos escribir una carta a la señora  Lucila  y no lo hemos hecho !

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