Fuimos a la carpinteria situada en el granero donde estaban los cachorritos. Edward me dijo que iba a hacer una lápida de madera para Bruno.
- ¿Se te da bien la carpintería ? - le pregunté.
- Me enseñó mi tío cuando yo vivía allí en Britania.
recordé que Edward no me había contado muchas cosas sobre su tierra y le pregunté :
- ¿Echas de menos tu país ?
El siguió cortando la madera con el serrucho y dijo :
- No, la vida allí era muy dura , había inviernos que pasábamos hambre , la tierra no era muy fértil y dependíamos del ganado y la caza y además allí no estabas tú - añadió con su sonrisa torcida . Yo sonreí también y de repente se me ocurrió una pregunta que no le había hecho nunca
- ¿Tenías novia ? .... Quiero decir ¿te gustaba alguna mujer ?
terminó de serrar el rectángulo de madera y me miró :
- No, bueno.... La hija del herrero me pretendía . Allí es la chica la que elige al novio . Ella quería que yo fuese su novio, pero yo no quería, a mi me gustaba otra.
Me quedé blanca al oir eso. No me imaginaba a Edward cortejando a otra mujer ....
- ¿Quién era ? - conseguir tartamudear .
- Una pequeña romana con el pelo castaño, los ojos oscuros , piel blanca y labios rojos ... - me estrechó por la cintura y me sentí pegada a su cuerpo - Me volvía loco esa pequeña romana y me casé con ella y .... creo que vamos a tener un hijo .
De repente me sentí unida a sus labios , nos fundimos en un beso apasionado. Hacía muchos días que no hacíamos el amor ... tenía muchas ganas ....
- Deberíamos asegurarnos bien de eso esta noche - le dije despegando mi boca de la suya y un poco avergonzada de mi insinuación.
- Sí, esta noche - dijo Edward
Entonces escuchamos una vocecita que decía
- Eeeedwaaaard tú qué haces ?
Tomas nos había visto besándonos bien y Edward respondió :
- Estaba dando un besito a Bella porque está malita .
- ¿Malita ? - dijo Tomas abriendo mucho los ojos .
Era imposible ver a Tomas y no sentir ternura , asi que le dije :
- No temas , Tomas , ya estoy mejor . Ven , que te voy a dar un beso.
Corrió hacia mi y me cogió de la mano para enseñarme los cachorritos . Estaban muy gorditos y con la luz del día se podía ver su hermoso color miel . Mientras tanto Edward siguió dando forma a la madera con el cepillo. Estuve mirándole un rato, imaginando que dentro de unos meses probablemente estaría haciendo una cuna de madera para nuestro bebé .
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