Salimos del granero muy felices y Edward me dijo que me comiera el queso y el jamón que llevaba en su bolsillo. Cogí la servilleta y la desenvolví, había un trozo de queso, jamón y un poco de pan .
- Qué bien me cuidas - le dije .
- Es que eres mi mujer y te quiero cuidar , je je je . Vamos a coger flores para Bruno.
Fuimos hasta la linde del bosque, crecían muchas flores silvestres y cogimos un buen ramos de flores amarillas y blancas . Regresamos a la tumba de Bruno que estaba marcada con un montículo de piedras . Dejamos el ramo de flores en el suelo y yo lo até con un cordel que me dio Edward mientras él quitaba las piedras .
- Voy a por la lápida al granero - dijo Edward .
Entonces cuando me quedé sola comencé a hablar en voz baja a Bruno :
- Bruno perdóname, he sido una cobarde al desmayarme esta mañana , pero bueno tú ya sabes que de pequeña siempre fui miedosa y ... voy a ser profesora .... voy a enseñar a los niños de esta granja . Son seis , Espero hacerlo bien .
Edward regresó con el rectángulo de madera , se agachó y cavó una pequeña zanja . Introdujo firmemente la lápida en la tierra y la sujetó con unas piedras .
- Bueno... ya está Bella , y ahora ¿qué quieres que hagamos ?
- Edward tenemos ropa sucia, tengo que ir al lavadero a lavar .
Cogió mis manos entre las suyas que estaban sucias de la tierra.
- Ah, no , no quiero que se estropeen estas manos con el agua y el jabón.
- Pero Edward , soy tu mujer , tengo que lavar nuestra ropa.
- Bueno... pero yo te ayudaré . respondió.
- Edward lavar la ropa no es trabajo de hombres , te van a criticar ...
El me miró y sonrió sorprendido
- Qué tontería ! Voy a ser igual de hombre tanto si lavo la ropa como si no . Vamos , la señora Ane nos dará jabón.
El lavadero estaba detrás de la casa bajo un cobertizo , y allí fuimos con la canasta de ropa . Normalmente la colada se hacía una vez a la semana y las mujeres se pasaban toda la mañana frotando y enjuagando ropa . Edward llenó los cubos y terminamos pronto. Después tendimos la ropa en una largas cuerdas que había en unos postes de madera .
- Estoy hambriento - me dijo Edward al terminar - y empapado.
- Ja,ja,ja ... yo también !
Regresamos a la habitación y tuvimos que cambiarnos de ropa .
- Ven aquí , te quiero besar - me dijo Edward con el torso desnudo.
- Edward ....
- No te he besado en toda la mañana -. me dijo
- Claro que sí, en el granero y después cada vez que cogía una flor en el prado - respondí .
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