Se había hecho ya la hora de cenar, mientras comíamos Marcelo habló con Edward y le dijo que podíamos empezar a construir nuestra casita cuando quisieramos y que nos ayudarian unos trabajadores de la granja.
El día había sido largo, habían ocurrido muchas cosas y tenía muchas ganas de irme a la cama . Quería irme a la cama pronto, tenía ganas de estar con Edward y que él me acariciara.... No habíamos disfrutado de una noche de intimidad desde que habíamos llegado a Hispania. primero porque estábamos muy cansados, y segundo, porque las últimas noches las habíamos pasado cuidando a Bruno.
Fingí bostezar de sueño. Edward me miró y me preguntó bajito:
- Bella , ¿ quieres que vayamos ya a dormir ?
- Sí, estoy cansada .
Noté como un gesto de desencanto en su cara . Tal vez él también quería hacer el amor . Nos despedimos de los demás y nos fuimos al dormitorio. Cerramos la puerta y Edward se sentó en la cama.
- ¿Estás muy cansada Bellita? El día ha sido muy largo....
- Si, muy largo, pero .... no estoy tan cansada como para un beso o dos - y me rei . Lo estreché entre mis brazos y lo besé.
- Entonces ... ¿ tú también quieres ?
No dije nada y comencé a quitarme la ropa y a quitarsela a Edward. A pesar de que era verano, en esa región, refrescaba por las noches, y la cama tenía una manta. Noa arrebujamos bajo la manta y empezamos a besuquearnos y acariciarnos con deseo. Pero de repente Edward dudó y me preguntó :
- Bella , ¿tú crees que será malo para el bebé si lo hacemos ?
No tenía ni idea de eso pero por lo que había oido decir , muchas mujeres embarazadas hacían el amor y no pasaba nada malo, además ... yo no sabía si estaba embarazada de verdad
- No temas, el bebé es diminuto como un garbanzo - respondí . Edward se rio al escuchar eso.
- Como un garbanzo, ¿de veras?
. Si ; pero luego se hará grande grande como tú , y fuerte .
El calor de Edward era muy agradable y su olor me encantaba , asi que cerré los ojos para disfrutar más de mi amado esposo. Pronto consumamos nuestra unión , pues Edward estaba muy deseoso. Hacía muchos días que no hacíamos el amor y nuestra unión fue corta y placentera .
- Bella, te amo - me dijo Edward en un susurro, luego se quedó quieto un rato, giró y se acurrucó junto a mi diciendome : - Vamos a rezar ahora antes de que nos quedemos dormidos.
- Empiezas tú o yo? - dije.
Dábamos las gracias a Jesucristo cada noche, improvisabamos oraciones agradeciendole lo que teniamos. Creo que la noche anterior habia sido Edward el que habia rezado, asi que esta noche me tocaba a mi.
- Jesus, gracias por haberme dado a Edward ( yo siempre comenzaba de la misma manera ) , gracias por haber encontrado a Marcelo, gracias por esta granja y por tener a personas que se preocupan de nosotros , y sobretodo gracias por tenerte a ti , que nos cuidas y proteges.
Edward me apretó mas entre sus brazos y se rio
- Tengo que aprender a rezar un poco mejor, Edward, todavía no lo hago bien.
- A EL no le importa como se lo digas sino la intención - dijo. Volvimos a besarnos en los labios y poco a poco nos quedamos dormidos
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