Estaba tan completamente feliz en la cama con Edward , que no quería levantarme , pero debíamos comer para proseguir nuestro viaje. Debíamos asearnos y prepararnos para huir no sé a donde , porque Edward no me había dicho nada. Nos levantamos , nos lavamos y vestimos , y salimos a la taberna.
El tabernero ya nos había preparado una buena comida : sopa, carne, pan, verduras, huevos cocidos y tortas para el camino. Comimos en silencio y después preparamos las alforjas con todo lo que necesitábamos . Había un robusto caballo preparado en la cuadra . Edward comprobó los arreos y la silla, colocamos las alforjas y me ayudó a subir ; después subió él.
Antes de partir Edward me dio un pequeño colgante con un pececito tallado en madera . Yo le sonreí y me lo puse . Nos despedimos del tabernero y partimos hacia la costa.
Cuando ya llevábamos dos horas de camino secundario, puesto que habíamos evitado la via principal, divisamos a un hombre a lo lejos ; un hombre a lomos de un caballo negro. Poco a poco se nos acercó y desmontó . Llegó hasta nosotros como si quisiera preguntarnos algo. Edward me dijo que no me moviera y que confiase en él, pero cuando el desconocido llegó a unos veinte pasos de nosotros, sacó una espada y un cuchillo y dijo :
- Publia Cornelia, adúltera .... Me envía tu padre ! Recuerda tu juramento y vuelve con tu marido !
Me quedé en shock. No podía reaccionar. Todo lo vi negro cuando Edward desmontó y se dispuso a luchar con el hombre.
- Edward, no ! Te matará !
Pero Edward no me hizo caso y sacando un gran garrote de la silla del caballo se preparó a luchar.
Entonces todo ocurrió muy deprisa .... En la primera acometida Edward pudo bloquear la espada larga del asesino y desarmarle, pero el cuchillo aún seguia amenazante y vi cómo se clavaba en el costado de Edward !
Sentí como si todo se hubiera parado de repente y el tiempo se hubiese detenido cuando vi que Edward se tambaleaba y caía de rodillas . Bajé de un salto del caballo y me agaché junto a mi esposo del alma .
- Edward ! Edward mi amor ! - fue lo único que pude decir .
- Grita y llora todo lo que quieras , Publia Cornelia - me dijo el asesino - Voy a llevarte de regreso con tu padre y con tu marido !
Le ignoré pues quería estar lo mas cerca posible de la herida de Edward , que sangraba abundantemente. Intenté taparla con mi pañuelo , presionando. Miré la cara de Edward , tenía los ojos cerrados y murmuraba algo... Estaba hablando con su Dios ; pero su Dios también era el mio y entonces le hablé y le rogué en voz alta :
- Jesucristo , ayúdanos por favor ! Yo te lo pido, Jesucristo ! Yo sé que Edward cree en ti , y yo creo en ti también . Ayúdanos !
Y entonces .... EL me escuchó....
Al principio fue un leve temblor de tierra, pero aumentó y aumentó hasta que se convirtió en un terremoto. El cuerpo de Edward se estremeció con violencia y vi que ya no sangraba . Miré la herida y no había rastro de sangre , y los bordes del tajo hecho por el cuchillo se habían cerrado, como si un médico los hubiese cosido.
Agarré fuertemente con mi mano el colgante de pez y dije :
- Jesucristo , me has escuchado !
Edward se levantó como si nada hubiese pasado. Giré mi cabeza para ver al asesino que había enviado mi padre y lo vi tirado en el suelo , temblando de miedo . Cogí rapidamente el cuchillo que todavía tenía en la mano, y se lo quité. Tuve que abrir sus dedos uno a uno con fuerza , pero se lo quité.
Edward me abrazó protectoramente y me dijo :
- Estoy orgulloso de ti .
Despues se agachó , cogió por el cuello al asesino , lo levantó y dijo :
- Vete de aquí y dile a tu amo que Bella ya no le pertenece a nadie ! Ella es mia y de Cristo ! Yo soy su esposo .
El asesino intentaba desasirse de la mano de Edward , pero la mano y el brazo de Edward parecían de hierro y su voz era algo semejante al estruendo del trueno .
Me quedé eclipsada mirando la mano de Edward , fuerte y poderosa ....
Después lo soltó y el hombre salió huyendo en dirección a su caballo , pero el animal se había espantado a causa del terremoto y no pudo encontrarlo.
Sentí mis rodillas flaquear y me derrumbé al pie de Edward , llorando.
- Cristo te ha salvado .... Cristo te ha salvado !
Edward me estrechó entre sus brazos y hundió su rostro en mi pelo. Nos besamos. Fue un beso largo y profundo, que sabía a lágrimas y felicidad .
Holaaa Brennn me encantoooo ahhh menos mal que edward se salvoo uff dioss ya me estaba asustandooo... Me re gustooo...
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