lunes, 2 de septiembre de 2013

EL BRITANO CAPITULO 11 ( fic escrito por BREND )

Al  subir al barco me embargó un sentimiento de tristeza por la señora  Lucila .  Edward  me acarició la mejilla y me guiñó un ojo .

- No te preocupes, estoy seguro que la volveremos a ver .

- ¿regresaremos alguna vez a Mallorca ?  - le pregunté yo dudando de si eso  podría  ser .

- Estoy  seguro que ella vendrá a Hispania. Aún es una mujer  fuerte y tiene energía.  ¿Te la imaginas  cultivando la tierra?

- Ja,ja,ja ! ...  no sé  - respondí  - Creo  que no pero todo es posible.

- Sí,  todo  es posible  - respondió Edward ,  y nos dimos un buen beso.

No voy a contar los pormenores de nuestra última etapa del viaje . Solamente diré que después, por fin de tantos días  de viaje llegamos a uno de los puertos más importantes  de Hispania  :  Saguntum

Al desembarcar  encontramos a muchas personas que iban y venían , carromatos, mulas, caballos,.... Había  un gran tráfico de mercancías . Nos  abrimos paso con dificultad por aquel  grupo de gente  mientras buscábamos  la via  principal.  Entonces , de repente, un niño comenzó a meter sus manos en los bolsillos de Edward. El niño tendría unos 8 años , su cabeza rubio  de pelo  rizado.

- Eh, muchacho  no encontrarás nada  en mis bolsillos. No llevo monedas ahí. -  dijo Edward  riéndose.

El  niño pareció no entender  y respondió :  - Buen lugar para ti y bella dama. Buena  comida, buena cama... Tú  dar  dos monedas.

- ¿Eres un ladronzuelo  verdad?  ¿No tienes padre?

- Oh sí,   Yo  tener un padre :  Cayo  Flavio  Marcelo.

Me sorprendió que el niño  pudiera pronunciar un nombre romano , pues el muchacho no hablaba muy bien el latin , mas  bien parecía nativo del país.

- ¿Cómo se llama tu padre?  - le  preguntó de nuevo  Edward.

- Cayo  Flavio  Marcelo  - respondió el niño.

- Y ¿dónde está?

- En  la cantina  - respondió el niño.

- Podrias llevarme hasta él ?

- Si.  Tú  seguirme  - dijo el niño.

- Pero  Edward  , ¿vamos a seguir a un niño  que no conocemos ?  - pregunté muy  sorprendida.

- No temas  Bella,  creo  conocer a ese tal Cayo  Flavio.  Si es el que yo conozco  nos  ayudará.

Confié en  Edward y nos dirigimos a la calle principal  siguiendo al niño. Después de avanzar un buen trecho   vimos la cantina y entramos .  El niño correteó hacia un hombre sentado al fondo y exclamó :

- Mi padre !

- ¿Qué pasa briboncete?  - dijo el hombre  besando al niño en la frente . No se percató de nuestra presencia pero Edward  ya lo había visto y  le dijo :

- ¿Marcelo, es usted de verdad?

El hombre levantó la cabeza,  era todavía joven, de unos 50 años , pero tenía el pelo blanco  y cortado al estilo romano. Algunas cicatrices afeaban su rostro  pero en general  puede decirse que era guapo.

-¿Edward?  ¿Edward  el  Britano? - preguntó el hombre .

- Sí  , soy yo.

El  hombre se levantó y dio un abrazo a Edward  pero enseguida reparó en mi.

- ¿Quien es?

- Es mi esposa  Bella  - respondió Edward .  Despues se dirigió a mi  y me dijo : - Bella , este hombre es mi antiguo amo, Cayo  Flavio  Marcelo .  El  nos ayudará.



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